Clos Lentiscus Perill Noir

Clos Lentiscus Perill Noir

Vino tinto intenso y a la vez fresco que recoge en su interior las cualidades del lugar en que se produce, el centro del parque natural del Garraf.

El bosque mediterráneo que rodea los viñedos se siente en su aroma a frutas maduras silvestres, mientras que el cercano mar se intuye en recuerdos salinos.

Cata

A la vista exhibe un color rubí con reflejos azulados.

En nariz ofrece aromas a fruta roja madura, grosellas y cerezas, y flores silvestres. Se sienten ligeros tostados y recuerdos salinos.

En boca es redondo, frutal y con una gran acidez.

Elaboración

La luna dirige el proceso de elaboración de este vino natural envejecido en madera. Ya desde el viñedo es ella la que marca cuándo plantar, podar, vendimiar y más tarde, cuándo embotellar.

Variedad Sumoll cultivada bajo la biodinámica que se vendimia a mano, se despalilla en bodega y macera durante quince días. Como buen vino natural esquiva añadidos ajenos a la uva y en su fermentación tan solo intervienen levaduras autóctonas. Barricas de roble francés contienen el vino durante treinta meses para su crianza.

Viñedo

De suelos arenoso-calcáreos, con orientación sur, entre árboles del bosque mediterráneo, sujetos al clima propio de la zona, a la brisa del mar y al sol, y dentro de un parque natural. Las características del terreno, del entorno y de la localización de los viñedos definen la personalidad de este vino tinto del Penedés.

Clos Lentiscus Perill Noir es un vino natural desde su origen porque las vides en las que nace la sumoll con que se elabora se cultivan con métodos biodinámicos, respetando el entorno y los ciclos naturales, tanto, que es la luna quien señala los tiempos de plantado, poda y vendimia.

Maridaje

Vino tinto natural muy versátil que acompaña con acierto un buen arroz o un pescado a la brasa, carnes blancas, rojas y de caza, platos de pasta o unos calamares rellenos.

Opinión del experto

«En boca es frutal y muy redondo, con una tanicidad presente pero muy domada y con una gran acidez, que lo hacen muy vertical y estilizado. Es fluido y solo tiene 12,5° de alcohol. También destaca por su muy buena integración de la madera. Tiene algo de volátil, y también una alma rústica y salvaje». Ramón Francás. Diario La Vanguardia, 2022.

Bodega

En el centro del parque natural del Garraf se encuentra Clos Lentiscus y sus 20 hectáreas de viñedos cultivados bajo los preceptos de la biodinámica.

La idea de Manel Avinyó, dueño de la bodega, es hacer vinos naturales como se hacían antaño, utilizando aquellos sistemas de cultivo y dejando a un lado pesticidas y herbicidas. El terruño, el bosque mediterráneo, la orientación sur de los viñedos, la brisa del mar, el sol y las cualidades de cada variedad son los únicos que dejan su impronta en el vino.

En Clos Lentiscus se cultiva únicamente uva autóctona de la zona y la sumoll es la favorita de Manel. Aunque no es sencillo elaborar buenos vinos con ella, en esta bodega son capaces de hacerlo y, además, muy bien hecho; vinos con carácter, con un toque de rusticidad, con personalidad propia.